A efectos de su apropiación, los animales se clasifican en tres categorías:
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animales fieros o salvajes (ferae bestiae), que gozan de natural libertad y pueden ser apropiados por cualquiera.
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animales amansados o domesticados (mansuetae o mansuefactae), que, aunque gozan de libertad, están bajo cierto control del hombre mientras conservan la costumbre de volver a su dominio (animus revertendi).
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animales domésticos que están continuamente bajo la potestad del hombre.