Razonamiento Deductivo

El razonamiento deductivo es una manera de razonar que se caracteriza por el hecho de que se efectúan inferencias deductivamente válidas a partir de determinadas reglas dadas previamente. La fuerza de la deducción depende exclusivamente de su forma, de su verdad formal. Consiste en un encadenamiento de premisas que tiene carácter analítico y no va más allá de la forma lógica, porque no amplía nuestro conocimiento empírico. Este razonamiento extrae las consecuencias necesarias a partir de las premisas. Se caracteriza por la certeza que proporciona y porque permite la determinación de los hechos, probando mediante la inferencia que algo «debe ser». En este razonamiento, la verdad de las premisas garantiza la verdad de la conclusión.

El razonamiento deductivo parte de la norma (N), después plantea un caso (C) y finalmente llega a la conclusión, que es el resultado (R). Pese al predominio explícito del razonamiento deductivo en el Derecho, lo cierto es que en la vida cotidiana muchas inferencias jurídicas no son de ese tipo. Por ejemplo, se infiere que alguien asesinó o robó a otro solo a partir de ciertos indicios particulares como pruebas periciales, testimonios, etc.

El silogismo es la forma que adopta un razonamiento deductivo, y consta de 3 términos y 3 proposiciones.

Los términos serían:

  • el menor: es el sujeto de la conclusión (s);
  • el mayor: es el predicado de la conclusión (p); y
  • el medio: es el que se repite en las premisa pero que no aparece en la conclusión.

Las proposiciones son:

  • 2 premisas, siendo la premisa mayor que posee el predicado de la conclusión (p) y la premisa menor, que posee el sujeto de la conclusión (s); y
  • la conclusión.

Para que un silogismo sea correcto debe someterse a 8 reglas, 4 se refieren a los términos y 4 a las premisas.

A. Reglas relativas a los términos:

  1. No puede haber más de tres términos: mayor, menor y medio.
  2. Los términos no pueden tener mayor extensión en la conclusión que en las premisas.
  3. El término medio se ha de tomar en toda su extensión, al menos en una premisa. Para las reglas 2 y 3 hay que tener en cuenta el siguiente principio: todo predicado de un juicio afirmativo es particular y todo predicado de un juicio negativo es universal.
  4. El término medio no debe entrar en la conclusión.

B. Reglas relativas a las premisas:

  1. Dos premisas afirmativas no pueden dar lugar a una conclusión negativa.
  2. De dos premisas negativas no se sigue nada, no hay conclusión.
  3. De dos premisas particulares no se sigue nada.
  4. La conclusión sigue siempre la peor parte, de tal manera que:
    • si una premisa es particular, la conclusión será particular; y
    • si una premisa es negativa la conclusión será negativa.
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